sábado, 21 de febrero de 2015

Sábado.

Hoy es sabado, y por fin te he visto. Tenia tantas ganas de besarte, de abrazarte, de poder estar contigo... Porque eres tan especial, tan ideal que hay veces que no me lo creo, que es demasiado perfecto todo esto para ser verdad. Esta claro que algún día todo esto acabará, no sabemos cuando, puede que trate de meses, o de semanas, quien sabe si de días... Aunque me gustaría estar sin miedo, sin pensar en cuando acabará, solo pensar en presente, y en que te tengo, y en que te quiero, y en que nos queremos. 
Me gustaria ser la chica de tus sueños, en la que no dejas de pensar, la chica que rompe tus esquemas, y eso te encanta. Me gustaría ser especial entre todas las chicas especiales que has tenido, y que tendrás, marcarte para siempre. Ser un recuerdo inolvidable, algo que simpre va estar. 
Tal vez todo sea muy precipitado, tal vez pienses que estoy loca, tal vez mi locura te eche para atrás. Tal vez no leas esto, tal vez no lo lea nadie. No me importa.  Solo me importas tú. Gritar a los cuatro vientos que te quiero, sin gritarlo. 



Sábado.








martes, 17 de febrero de 2015

Caos.

Mi vida es más caótica de lo que parece. Nunca recuerdo dónde he puesto las cosas, y siempre tengo un solo calcetín de cada par. No tengo claro que será de mi dentro de unos años. Soy muy impulsiva, y tengo unos cambios de humor bastante repentinos. No se hacer sopas, y desconozco la razón por la que finalmente se me quedan sin caldo. Tengo muchas profesiones rondando por mi cabeza: pintora, escritora, dibujante, fotógrafa, periodista de investigación, diseñadora, etc; y tengo miedo de acabar siendo algo que no quiero ser. Soy muy poco conformista, cabezota, y enfadica. Tengo muy poca paciencia, y odio a la gente que opina sin saber, que habla por hablar y que se mete en la vida de los demás. También odio el capitalismo, y me frustra que no se pueda cambiar tan fácilmente, que desde pequeños nos hayan educado en una sociedad consumista y que ahora todos seamos ovejas que van con el ganado. No soporto que me gusten las típicas películas de amor.


Y quiero que formes parte de mi caos, que seas una cosa más que forme parte de mi, de mi vida, de mis gustos. Que aceptes mis imperfecciones como si de un chocolate con churros se tratasen. 

Me encanta ver como me miras, como me haces sentir única en un mar de chicas iguales. Tal vez, si formases parte de mi caos, sería un caos mas ordenado, un caos en el que no me moleste perder un calcetín, o en el que pueda pasar por alto ver películas de amor. Un caos en el que no se descoloque nada más, en el que solo podremos acceder tú y yo, yo y tú, solo nosotros dos.

jueves, 5 de febrero de 2015

Martes 13.

Suena el despertador. Y sigue sonando. Y sabes que será un día gris, que las nubes no dejarán que el Sol llegue a tu alma. Estás deseando que ya acabe ese día que no ha hecho nada más que empezar. Sales a la calle con el pie izquierdo, y empieza a llover, y justo es el único día que llevas el pelo liso, pero te da igual, asimilas que hoy no es tú día.
No paran de preguntarte que que te pasa, y pones como excusa un resfriado. Quieres llegar a casa. Quieres llegar. Quieres llegar. Llegas. Llegas y te encuentras la comida que jamás te querrías encontrarte un día como hoy. Vas al baño, y sin querer cruzas la mirada con el espejo, ese objeto que anima tanto unas veces, mientras que otras te hunde mucho más. ESTAS HORRIBLE. 

Encima, te tengo lejos, exactamente a 29,6 km de mi. Tal vez no es tanto, pero a mi se me pasan eternas las semanas sin verte, se me quitan las ganas de todo. De todo, menos de hablar contigo, claro. Espero que llegue el fin de semana como cualquier niño espera que llegue el día 6 de enero. Con entusiasmo, con ganas de desenvolverte poco a poco como un regalo. Mejor dicho, como el regalo que eres para mi. 

Un día tal y como hoy, un día tal y como un martes 13. 





                                               Un martes 13, pero sin serlo.